Mañana gris como pocas, esas en las que no tenes ganas de levantarte y te quedarías ahí en la cama abrazando el recuerdo de alguien que ya fue, pero al menos paso una noche conmigo... Distraía en el viaje al trabajo, tarareando alguna melodia en mi cabeza porque mi mp4 ya se murió.
Ahi en San Isidro, casi lo veo... con su traje negro y su corbata en la mano, tratando de sacudirse las gotas que caen sobre su tapado. Rapado, con esa cara de dormido tan caracteristica de él, con su barba de "me dio fiaca afeitarme el fin de semana" y sus ojos, diría que eran casi igual. Me transportó a aquellas mañanas que nos levantabamos juntos, asi corriendo y Zacha se terminaba de vestir en el tren. Ese mismo hombre del tren a la mañana, tenía la misma forma perfecta de ponerse la corbata de una sola vez, y casi dejo escurrirse mis manos para terminar de acomodarle el moño, como lo hacía siempre con Zacha pero no era él, aunque estaba ahí, no era él.
Te quiero amichi. Hoy me siento igual que vos.
ResponderEliminarHasta yo creo extrañar a Zacha, no se por qué.
Te quiero mucho.