Diez años después

El día que Nicolás vino a buscarme yo estaba, como todas mis tardes, disfrutando del parque de mis departamentos, hablando con amigos y esas cosas típicas de la edad. Desde diciembre del año anterior que yo "le escapaba" a él y la posibilidad de estar con él. No por que me gustará poco ni nada por el estilo, sino por que Nicolás era de esos que muchas, a los 13 años, pensamos "este flaco no puede estar fijandose en mi".

Nico tenía sus 16 años cuando lo conocí en una fiesta de fin de año que hacía en su casa de Saavedra. El, aparte de ser un morocho hermoso, reflejaba en su mirada una sinceridad que a mí me resultaba todavía muy rara en los hombres por mi clara inexperiencias. Sino mal recuerdo, Nico habrá sido como la tercera persona que yo besaba, lo cual deja bastante claro la falta de experiencia. El día ese de la fiesta yo estaba con alguien y él tambien estaba con su novia. Su novia, que me hizo sentir siempre menos mujer, era una chica de 16 años que se llevaba el mundo por delante. Tenía todo lo que podía llegar a tener, y lo que le negaban, no paraba hasta conseguir, incluso ganando por cansancio. Dicen que así consiguió que Nico le diera bola. Si alguna vez pude soñar con un hombre que me gustará, asi lo imaginaba. Morocho, bueno, que le gustará el deporte, que sea músico, con una sonrisa preciosa. Era mejor que mis sueños.

Jamás pero jamás voy a entender qué hizo que esa noche de diciembre Nico se fijará en mi, pero terminamos besandonos en algún pasillo de su casa escondiendonos de su novia y mi acompañante. Después de esa noche, Nico intentó por todas las formas posible volver a ponerse en contacto conmigo, cuando los celulares e internet eran lujos para pocos, era muy dificil, pero finalmente lo logró. Su hermana, con quien pegué muy buena onda desde la misma noche de la fiesta, fue muy participe de que Nico y yo nos volvieramos a juntar. Me llamaba, me venía a visitar, hasta que consiguió que yo volviera a ir a su casa y ahí estaba Nico, mucho más hermoso de lo que yo lo recordaba. Durante los próximos meses, entre marzo y junio, Nico y yo nos encontrabamos y desencontrabamos todo el tiempo en pasillos y habitaciones oscuras escapando de su "malvada" novia. Llegaba el cumpleaños de él y para mí ya era lo suficiente insoportable tener que verlo con ella y no me quería imaginar lo que iba a ser en la maravillosa fiesta de cumpleaños que ella estaba organizandole, y me borré. Le pedi a Faf que respetará mi desición y desaparecí.

Y fue así como justamente un día como hoy, hace diez años atrás Nicolás fue por primera vez hasta donde yo vivía para buscarme. Creo que agradezco a Dios haber estado abajo cuando ví estacionar su auto, por que llegaba a tocar el timbre de mi casa y podía llegar a morirme de vergüenza. Lo ví, fui caminando hasta él y con mi cara de pocos amigos que siempre me caracterizó lo interrogué sobre sus razones para aparecer así, que quién carajo se creía que era y blablabla. Si, ya de pequeña con esos humos. Fue así como él me apartó de los ojos de mis amigos y las chusmas del barrio y nos fuimos a caminar por el parque, y ni bien dejamos de ser observados me beso como creo que jamás nadie lo había hecho. Me dijo que se cansó de tener que ocultar lo que pasaba e incluso se cansó de lastimar a su novia, aunque ella no lo viera. Que había llegado el día y que había terminado con Soledad para que el día de su cumpleaños, la que estuviera al lado de él, fuera yo.

Entre sorprendida y muerta de amor, sabía que la historia con Nico recién empezaba y todavía nos quedaba un muy largo camino para recorrer. Fue así como estuvimos casi cuatro años de novios, entre las idas y vueltas tipicas de la edad, y millones pero millones de recuerdos con él.




Durante 3 años festejamos cada 11 y especialmente en el mes de Junio, que festejabamos: su cumple y nuestro aniversario. Diez años despues, ya no festejo, pero me acuerdo especialmente de él.